El apellido pesa y si no, que se lo digan a Enzo Zidane, hijo de Zinedine, que creció a la sombra de “ZZ” antes de emanciparse en verano uniéndose al Alavés, con el que podría hacerse un nombre el sábado si brilla frente al Real Madrid de su padre.
El mayor de cuatro hermanos, todos jóvenes futbolistas, Enzo, de 22 años, pasó por todas las categorías inferiores del Real Madrid desde que tenía ocho años.
Está claro que con tal progenitor, Enzo ha mamado desde siempre fútbol: “recuerdo siempre de pequeño tener un balón en casa y jugar sin parar”, explicó a los medios del Alavés.
Enzo explica además estar “muy cercano” a sus tres hermanos Luca (19 años), Theo (15 años) y Elyaz (11 años) y es que “a los cuatro nos gusta lo mismo, jugar al fútbol”, asegura, reconociendo que echa de menos esto desde su llegada al País Vasco.
Al igual que su padre, Enzo es un jugador técnico y elegante, y como su padre, es centrocampista con lo que llegan las inevitables comparaciones con “Zizou”, icono del fútbol mundial, campeón del mundo en 1998 con Francia antes de convertirse en entrenador exitoso en el Real Madrid desde 2016.
Cuando era adolescente, el mayor de los hijos de Zidane se hacía llamar Enzo Fernández, por el apellido de su madre, evitando así la presión del apellido paterno.
No obstante, el joven jugador, convocado en 2014 con la selección sub-19 francesa, reconoce que su padre siempre ha sido su inspiración sobre el terreno.
– De padre a hijo –
“Mis referentes futbolísticos, como ejemplo siempre he tenido a mi padre porque es un gran futbolista”, dice Enzo, que también afirma admirar al croata Luka Modric.
Hasta su salida hacia el Alavés, la carrera de Enzo ha corrido paralela a la de su padre como entrenador.
El primero estuvo a las órdenes del segundo en el filial ‘merengue’ (2014-2016) y después “Zizou” lo hizo debutar con el primer equipo en noviembre de 2016 en un partido de Copa del Rey en el estadio Santiago Bernabéu, frente a la Cultural Leonesa. Enzo marcó un bonito gol bajo la mirada de su padre, que siempre ha estado “atento a la evolución de su carrera”.
“Pero, cuando hablo con él, hablo como papá”, aclaró Zidane padre este viernes en una rueda de prensa.
“Ya no soy su entrenador, no tengo que darle ningún consejo. Es más una relación padre-hijo, hijo-padre, y cuando hablamos, no hay nada más”, añadió.
Para la mayoría de los jugadores del filial blanco, el salto hacia el primer equipo es complicado. Enzo ha tenido que firmar un contrato por tres años con el Alavés para tener minutos.
– “Tocaba irse de este confort” –
“Quiero ser el mejor futbolista posible y es lo que intento ser cada día”, explica, afirmando que “tocaba irse de este confort” que era el Real Madrid.
En un equipo vasco en reconstrucción y en horas bajas con cinco derrotas en sendos partidos, el joven centrocampista está descubriendo la exigencia de la Liga y, por ahora, no ha jugado mucho (71 minutos en dos partidos).
Pero, el sábado tiene una gran cita con la visita del equipo paterno al estadio de Mendizorroza, en Vitoria.
“Es un partido muy especial, es jugar contra el equipo de mi vida desde pequeño, va a ser un poco raro”, subrayó Enzo.
En cambio, su padre no se muestra muy sentimental: “Ojalá que no marque porque nosotros somos competitivos, él para él y yo para mí”, afirmó Zidane con una sonrisa.
“No voy a jugar contra mi hijo. Es Alavés contra Real Madrid, nada más”, sentenció Zidane.
El sábado, otro Zidane podría ser un espectador privilegiado de ese duelo: Luca Zidane, tercer portero del Real Madrid, que sigue los pasos de su hermano mayor en el primer equipo. Una dinastía excepcional en el mundo del fútbol.