Kit es un perro pastor de cinco años, que pese a sus dificultades de visión, realiza diariamente su labor en una granja de Vizcaya, España.
“Hay otros perros más apáticos, pero Kit siempre tiene ganas de trabajar y lo que él hace con las ovejas no lo harían ni tres o cuatro personas”, explicó Joserra García, propietario del animal.
García destacó que este animal es mejor que otros perros para controlar a su rebaño de unas 110 ovejas y un centenar de cabras, ya que no las muerde, sino que las empuja.
El can es hijo de campeones, con tan solo dos años obtuvo el segundo puesto en el Campeonato de Perros Pastor de Euskadi, en la modalidad de canes jóvenes, hasta que un caballo le propinó una patada en los ojos, que lo dejó prácticamente ciego.
“El perro parecía que estaba bien. Recibió tratamiento, pero empezó a hacer cosas raras, como dejar corderos atrás. Y un especialista me dijo que se estaba quedando ciego. De vez en cuando, sufre ataques epilépticos y pierde más visión. De un ojo no ve nada y del otro muy poco”, asegura su dueño.
Pese a su discapacidad, el animal se ocupa cada día del rebaño, siguiendo unas rutinas que aprendió cuando era tan solo un cachorro.
Pese a su pericia con el ganado, el perro se resiente de su falta de visión y, se tropieza con árboles y otros obstáculos que no alcanza a ver, y tampoco es capaz de encontrar a las ovejas por sí mismo.
Este domingo, 24 de septiembre, Kit y su dueño realizarán una exhibición con su rebaño en un colegio de Oñati, Guipúzcoa, con motivo de la celebración de la Fiesta de las Ikastolas, como ejemplo de superación de este perro, en el marco de un programa en el que los niños se cubren los ojos con un pañuelo para aprender a realizar distintas actividades sin el sentido de la vista.