El presidente estadounidense, Donald Trump, flexibilizó las restricciones en materia de transporte marítimo para poder acelerar la ayuda a Puerto Rico, territorio estadounidense arrasado la semana pasada por el huracán María y donde hay dificultades para que llegue la ayuda, anunció el jueves la Casa Blanca.
“Eso entrará en vigor inmediatamente”, precisó a la AFP, Sarah Huckabee Sanders, portavoz del Ejecutivo estadounidense.
Esas restricciones datan de una ley aprobada hace aproximadamente un siglo, que exige que las mercancías trasladadas entre puertos estadounidenses los sean en naves estadounidenses explotadas por un operador estadounidense. El objetivo de la norma era impedir que los barcos con pabellón extranjero llevaran ayuda a territorio estadounidense.
Donald Trump irá el martes a Puerto Rico en un intento por acallar las críticas sobre la lentitud de la ayuda de la administración a la isla devastada por el huracán María.
El presidente es acusado sobre todo de considerar a los 3,4 millones de habitantes de la isla como ciudadanos de segunda categoría cuando los puertorriqueños tienen ciudadanía estadounidense aunque no el derecho de voto. Según sus detractores, la ayuda federal llegó más rápido a Texas y Florida, afectados respectivamente por los huracanes Harvey e Irma a fines de agosto y principios de septiembre.
Una semana después del pasaje de María, la ayuda llega muy lentamente a la isla, que tiene problemas de suministro de agua potable, electricidad y gasolina. Las operaciones de limpieza también se ponen en marcha con lentitud. Largas filas se forman cada día frente a los comercios, donde el agua, el combustible y el hielo están racionados.