Una de las niñas consiguió grabar imágenes de su propio padre mientras abusaba de su amiga.
Después de ello, presentaron los videos como pruebas que permitieron encarcelarlo.
Por más de un año
Este indignante hecho sucedió en Uruguay en un departamento de Artigas ubicado a 500 kilómetros al norte de Montevideo, la ciudad capital.
Según la fiscalía, la niña abusada acudía a “jugar y escuchar música seguido a la casa de una amiga de la misma edad”. El agresor, de 62 años, aprovechaba que su esposa se encontraba trabajando para enviar a su hija a un almacén o a la tienda. En ese momento aprovechaba para abusar de la mejor. Esto se produjo de forma reiterada en el transcurso de un año.
En un momento, la hija presenció uno de esos eventos y luego hablo con su amiga de lo que estaba pasando. Ambas decidieron filmar los abusos para demostrar los hechos.
Las niñas consiguieron las pruebas utilizando la cámara de una computadora modelo “XO”, conocida en el mercado uruguayo como “la computadora de 100 dólares”, “la máquina de los niños” o “Ceibalita”. La pequeña víctima de los abusos sexuales le contó luego a una tía lo sucedido y le dijo que poseía “varios videos” en los que se podía ver cómo el padre de su amiga abusaba de ella.
El pasado 21 de septiembre, sus familiares interpusieron ante la fiscalía una denuncia penal y aportaron los videos como prueba.
Por otro lado, las autoridades comentaron que “el abuso sexual es una expresión de poder que ocurre en silencio y que generalmente las víctimas no denuncian porque son chantajeadas o amenazadas por el abusador”.
El caso de las pequeñas “es doloroso” pero a la vez muestra la valentía que se requiere para denunciar.