Un niño estadounidense de 10 años que se encontraba en un centro comercial, entró a preguntar por el precio de un Xbox One, dos jóvenes que se encontraban revisando los videojuegos de la tienda no dudaron en ofrecerle la consola.
Jaden, corrió con su abuela quien se encontraba en un salón de belleza y le comentó que dos hombres querían comprarle un Xbox One, la mujer pensó que podía tratarse de alguna persona con malas intenciones, pero cuando descubrió que se trataba de Keith Marshall y Rob Kelley, de los Washington Redskins de la NFL, se sorprendió.
“He estado en esa situación en la que quieres algo y no lo puedes tener”, dijo Kelley, quien no tuvo problema en gastar 200 dólares para ayudar al niño.
Los jugadores además le compraron un videojuego de la NBA, finalmente su abuela tomó una fotografía de su nieto acompañado de los atletas.
Jaden regresó a casa con una nueva consola y una gran experiencia.