La sentencia contra el presbítero Luis del Carpio Costa la dictó un tribunal de la Corte Superior del Santa. El caso estalló en 2014 en la localidad de Nuevo Chimbote, y el fallo -que puede ser apelado- se produce cuando faltan 100 días para la visita del Papa Francisco a Perú, país de mayoritaria confesión católica.
La denuncia contra el religioso provocó que el Vaticano, a través de la Congregación para la Doctrina de la Fe, decretara su separación o “dimisión del estado clerical”, en abril de 2016, según comunicado del obispado de Chimbote.
En esa ocasión, el obispado pidió a la comunidad “perdón por la conducta reprobable” y se comprometió a velar por el bien de “los menores y más desprotegidos”.
El religioso fue acusado de delitos contra el pudor, que contemplan los de abuso sexual, por haber realizado “tocamientos indebidos” contra una niña de 12 años que se desempeñaba como ayudante en su parroquia, Nuestra Señora de Guadalupe.
Del Carpio, que alegó inocencia, fue separado como párroco de esa iglesia en 2014.
En los últimos años, coincidiendo con la elección de Jorge Bergoglio como papa en marzo de 2013, se hicieron públicos en Perú varios casos de abuso sexual contra menores, perpetrados por religiosos y organizaciones católicas.