La alta instancia judicial deberá determinar si, en el marco de una investigación, la policía estadounidense puede exigir a un servicio de correo electrónico facilitarle mensajes guardados en un servidor situado en el extranjero.
Microsoft se negó a reenviar emails a agentes que investigaban un caso de tráfico de estupefacientes, al alegar que su orden no tenía efecto en Irlanda, donde estaban guardados los mensajes.
Las autoridades estadounidenses denunciaron la posición de la multinacional, señalando que ponía trabas a las pesquisas.
Tras un año de batalla legal, una juez de primera instancia ordenó en 2014 a Microsoft dar a la policía todos los correos electrónicos relativos a la investigación.
La compañía facilitó los mensajes guardados en Estados Unidos, pero rechazó ofrecer los que estaban en Irlanda.
Microsoft logró en 2016 que una corte de apelaciones federal de Nueva York se posicionara a su favor, tras argumentar que recuperar datos guardados en el servidor irlandés abrirá la puerta a que autoridades de otros países exijan información guardada en Estados Unidos.
Se espera que la audiencia ante la Corte Suprema se lleve acabo a principios de 2018 y que el alto tribunal haga público su veredicto en junio.