“El impacto économico negativo que ya ha acusado el sector turístico catalán durante el breve periodo entre el 1 de octubre hasta la fecha (…) ya representa caídas del conjunto de la actividad turística en torno de un 15%”, con respecto al mismo periodo de 2016, declaró en rueda de prensa José Luis Zoreda, vicepresidente de Exceltur.
Esta cifra surge de una encuesta hecha por la patronal entre sus miembros en Cataluña sobre sus cifras de negocio hasta el 16 de octubre.
El impacto sería más fuerte que el provocado por los atentados yihadistas de agosto en Barcelona y Cambrils, seguidos de una caída del 5% de la cifra de negocios en septiembre, según Exceltur.
Las reservas de hoteles y medios de transporte muestran una baja de 20% hasta fin de año con respecto al mismo periodo del año anterior, precisó la entidad. Si este retroceso se confirma, representará cerca de 1.200 millones de euros.
Las empresas han aplicado por igual “un frenazo muy significativo a todas la inversiones que estaban previstas antes del final del año 2017”, dijo Zoreda.
“Si el escenario de volatilidad y altercados se agrava en los próximos meses” la caída de la actividad turística podría alcanzar el 30%, advirtió.
El empleo sufrirá de “manera muy notable”, toda vez que unas 405.000 personas trabajan en el sector en Cataluña, indicó Exceltur.
A juicio de Zoreda, el impacto de la desaceleración del turismo, que representa un 12% del PIB catalán, podría ser “tan o más trascendentes” que los traslados de sedes sociales de grandes empresas fuera de Cataluña anunciados en los últimos días en medio de la incertidumbre por la crisis política.
Cataluña, con su capital Barcelona y sus playas de la Costa Brava, es la región española que recibe más turistas extranjeros. Más de 18 millones de ellos visitaron la región en 2016, cerca de un cuarto de todos los visitantes recibidos por España ese año.