El presidente chino, Xi Jinping, obtuvo sin sorpresa este miércoles un nuevo mandato al frente del Partido Comunista de China (PCC), con un equipo en el que no se vislumbra un delfín y convirtiéndose en el dirigente más poderoso en 40 años.
“Asumo [mi reelección] no solo como una aprobación de mi trabajo sino también como un estímulo para seguir avanzando”, declaró Xi Jinping en un discurso transmitido en directo por la televisión.
Xi, con traje obscuro y corbata roja, compareció ante la prensa junto a los otros seis miembros del Comité Permanente del Buró Político -elegido este miércoles por el XIX Comité Central del Partido Comunista-, el reducido organismo que detenta el poder en China.
En su primera reunión, el nuevo Comité Central, designado por el congreso que acaba de celebrarse, eligió a Xi como secretario general del Partido y presidente de la Comisión Militar Central, el organismo que controla las Fuerzas Armadas.
Xi, de 64 años, líder del PCC desde fines de 2012 seguirá así cinco años más como secretario general, el cargo supremo en la pirámide del poder chino.
El primer ministro, Li Keqiang, de 62 años, seguirá integrando el Buró Político, que quedó casi totalmente renovado con el reemplazo de sus otros cinco miembros
Los 2.300 delegados del XIX congreso del PCC aprobaron el martes por unanimidad la inclusión en los estatutos del PCC del “pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con características chinas para la nueva era”.
Este concepto constituye una “guía de acción” para el partido más grande del mundo, con 89 millones de afiliados, y es además un honor que solo el fundador del régimen, Mao Zedong (1893-1976), quien dirigió China desde 1949 hasta su muerte, había logrado en vida.
Las directivas ponen un énfasis en el rol central del partido a la hora de dirigir todos los ámbitos de la vida en el país, desde la economía hasta lo que la gente dice en las redes sociales.
– ¿Pasará a la Historia? –
La inclusión de su nombre y su “pensamiento” en los estatutos del PCC sugiere que ahora puede permanecer indefinidamente a la cabeza del país, evitando el límite de edad teórico de 68 años y la preocupación de elegir sucesor.
“Eso le servirá para promover su ambicioso programa político. Y le garantizará un lugar en los libros de historia”, considera Matthias Stepan, investigador del instituto alemán Mercator para estudios chinos.
Por otra parte, todos los nuevos integrantes del nuevo comité permanente tienen más de 60 años, un indicio de que ninguno de ellos sucederá a Xi en el próximo congreso, en 2022.
“Xi Jinping no quiere compartir el poder”, observa el experto en China Jean-Pierre Cabestan, de la Universidad bautista de Hong Kong. Al poner a competir a sus potenciales delfines, “quiere mantener la presión sobre todo el mundo y disfrutar del poder durante cinco o 10 años más”.
Los cinco años de Xi Jinping en el poder estuvieron acompañados de una guerra contra la corrupción que sancionó a más de 1,5 millones de personas. Se sospecha que Xi se benefició de ella para descartar a rivales políticos.
Además del primer ministro, Li Kequiang, Xi Jinping es el único miembro del comité Permanente precedente que se mantiene en la nueva formación.
Los nuevos miembros son Li Zhanshu, un confidente de Xi de 67 años; el viceprimer ministro Wang Yang, de 62 años; el importante teórico del partido Wang Huning, también de 62 años; el director de organización departamental Zhao Leji, de 60 años; y el jefe del partido en Shanghái, Han Zheng, de 63 años.
Xi deberá ser reelegido formalmente a la cabeza del Estado en marzo durante la sesión anual del parlamento, al igual que Li Keqiang, quien se espera que siga siendo jefe de gobierno.