“Es un acto muy grave, cometido por personas desconsideradas, que han privado al santuario de una de sus propiedades más valiosas”, lamentó el religioso Giuseppe Mattanza ante los fieles que asistían a la misa, contó el periódico local Brescia Oggi.
Los ladrones robaron también los huesos del sacerdote polaco Jerzy Popieluszko, un mártir para los polacos, quien fue capellán del sindicato Solidaridad y miembro de la oposición polaca, antes de ser asesinado por la policía secreta comunista en 1984.
Las reliquias del papa canonizado y del sacerdote mártir fueron regaladas al santuario en 2014 por un cardenal polaco.
Mattanza pidió a los ladrones que devuelvan las reliquias, ya que son el mayor atractivo del santuario localizado en un espectacular promontorio rocoso que domina el lago de Garda.
Los ladrones, que entraron al lugar haciéndose pasar por turistas, también robaron cálices, candelabros y objetos litúrgicos.
En 2014, otro fragmento de tela impregnada con la sangre del pontífice polaco, papa durante más de medio siglo, fue robado en una capilla en la región de Abruzos (centro), pero la hallaron una semana después.
Los autores abandonaron el pedazo de tela en un garaje, sin saber de qué se trataba.
Algunos medios italianos llegaron a mencionar la tesis de un robo con fines satánicos. En junio de 2016, otra reliquia con la sangre de Juan Pablo II fue robada, esta vez en la catedral de Colonia, Alemania.
El pontificado de Karol Wojtyla, que se convirtió en Juan Pablo II, se extendió de 1978 hasta su muerte en 2005.