Centenas de policías y militares realizaron el viernes operaciones en varias favelas de Rio de Janeiro, uno de ellos relacionado con el asesinato la víspera de un comandante de la Policía Militar (PM), informaron fuentes oficiales y periodistas de la AFP.
Hasta inicios de la tarde, había una veintena de personas detenidas, de acuerdo con reportes de prensa y de la Policía Militar (PM).
Las acciones de una fuerza conjunta policial y militar se iniciaron durante la madrugada en el Complejo de Sao Carlos, que incluye cuatro barriadas (Sao Carlos, Zinc, Querosene y Mineira), en la zona central de Rio.
El despliegue movilizó a unos 1.800 efectivos, según fuentes oficiales citadas por los medios, e incluyó tanques, al menos un helicóptero y verificaciones de identidad en los puntos de ingreso a los ‘morros’, de acuerdo con un reportero de la AFP.
Dieciséis personas fueron detenidas y cuatro que ya estaban encarceladas serán imputadas por nuevos cargos, indicó el portal G1.
Esa operación busca en particular a narcotraficantes implicados en una invasión hace 40 días de la favela de Rocinha, la más grande de Rio, en el marco de una guerra entre bandas rivales en plena zona sur, la más rica de la ciudad.
Ante la crisis de seguridad agudizada después de los Juegos Olímpicos de 2016, el gobierno brasileño desplegó 8.500 militares para apoyar a la policía en sus labores.
En otro operativo, en las comunidades de Lins de Vasconcelos, en la zona norte, participan unos 300 policías en busca de presuntos implicados en la muerte del coronel Luiz Gustavo de Lima Teixeira, indicó a la AFP la PM, un cuerpo encargado de la seguridad pública, que en Brasil depende de la autoridad de cada Estado.
“Hasta el momento, hay cinco detenidos”, precisó.
Lima Teixeira, de 48 años, comandaba el tercer batallón de la PM en la ciudad. Según la PM, fue abatido el jueves por “criminales armados” que “dispararon varios tiros en dirección al auto que ocupaba”.
El comandante se convirtió en el oficial de mayor rango que perdió la vida en la guerra que ensangrienta Rio de Janeiro y que libran fuerzas de seguridad contra bandas de narcotraficantes. Los narcos, a su vez, también se disputan entre sí el tráfico de drogas.
La Policía Militar de Rio de Janeiro es una de las que más muertos padece, pero también de las que más mata de Brasil.
Sus agentes mataron a casi 8.000 personas en la última década, 645 en 2015 y más de 900 en 2016, la mayoría en las empobrecidas favelas, según cifras del Instituto de Seguridad Pública del estado.
