Un año después de ser elegido a la Casa Blanca, dos tercios de los estadounidenses piensan que Donald Trump ha hecho “poco o nada”, según los resultados de un sondeo publicado este domingo en momentos en que la investigación sobre la colusión con Rusia sigue contaminando su presidencia.
Según el sondeo publicado por The Washington Post y la cadena de televisión ABC News, 59% de las personas interrogadas desaprueba las acciones del presidente estadounidense, elegido el 8 de noviembre de 2016 y que asumió funciones con sólo 37% de aprobación.
La más baja popularidad
Se trata de la popularidad más baja de un mandatario norteamericano en esa etapa de su presidencia en la historia reciente de Estados Unidos, recuerda el diario.
Según el 65% de los consultados, Trump hizo “poco o nada”, aunque el presidente se ufana de su gestión. Las opiniones son mayoritariamente negativas en todos los asuntos: economía (53%) a pesar de los indicadores positivos; el sistema de salud (70%) e incluso en materia de política antiterrorista (55%) tras el atentado del martes en Nueva York.
El 53% de los interrogados opina que el liderazgo de Estados Unidos en el mundo es más débil desde que Donald Trump llegó a la presidencia.
Momentos clave del primer año de la presidencia de Trump.
Véalo aquí ► https://t.co/vGvvuRsDIg pic.twitter.com/srNlA2Lyjd
— Emisoras Unidas (@EmisorasUnidas) November 4, 2017
Investigaciones
Por el contrario, el 58% de los consultados aprueba la forma en que el procurador especial, Robert Mueller, lleva adelante la investigación federal sobre las sospechas de colusión entre el equipo de campaña de Trump y Rusia antes de la elección presidencial.
Esta investigación se aceleró con la acusación formal el 30 de octubre de tres miembros del equipo de campaña del magnate inmobiliario, entre ellos su exdirector Paul Manafort.
El caso continúa envenenando la presidencia. La cadena NBC News informa este domingo, citando fuentes cercanas al proceso, que los investigadores federeales “reunieron suficientes pruebas” como para acusar a Michael Flynn, exasesor de seguridad nacional del presidente.
Flynn fue rápidamente despedido por no haber informado de forma precisa sobre sus contactos con funcionarios rusos durante la campaña.