Al menos 20 personas murieron el domingo cuando un hombre armado ingresó a una iglesia bautista de Texas y disparó contra los feligreses, informaron medios estadounidenses.
La cadena ABC News citó a un oficial de la ley diciendo que 20 personas murieron y otras 30 resultaron heridas en la balacera en la Primera Iglesia Bautista de Sutherland Springs, una pequeña comunidad a unos 50 km al sureste de la ciudad texana de San Antonio.
Otros medios que citaron a funcionarios sin identificar afirmaron que el balance de muertos era de 27 y de una veintena de heridos.
Reacción de Donald Trump
“Que Dios esté con la gente de Sutherland Springs, Texas. El FBI & agencias de la ley están en la escena. Estoy monitoreando la situación desde Japón”, escribió en su primera reacción al tiroteo el presidente estadounidense Donald Trump.
El atacante ingresó a la iglesia poco antes del mediodía (18h00 GMT) y abrió fuego durante el servicio religioso dominical, al que asisten usualmente unas 50 personas. Un niño de dos años figura entre los heridos, indicó el sitio web del diario Dallas Morning News.
Hay “múltiples muertos y múltiples heridos” según el comisario del condado Wilson, Albert Gamez Jr., indicó la cadena NBC News.
#Preliminar: Según Medios internacionales, tiroteo sucedió en la Iglesia Bautista de Sutherland Springs, en #Texas.pic.twitter.com/XJtHpPwpxb
— Emisoras Unidas (@EmisorasUnidas) November 5, 2017
Atacante
El autor del tiroteo murió, informó la cadena local KSAT12 en su sitio de internet, citando a la policía.
Una portavoz del Centro Médico Connally Memorial en el cercano pueblo de Floresville dijo a la cadena Fox News que habían “aceptado numerosos pacientes después del tiroteo”, pero no dio cifras.
Helicópteros y personal de emergencia acudieron a la iglesia, y agentes de la agencia federal de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF) se dirigían a la escena, indicó la institución.
El tiroteo ocurrió un mes después de que un hombre armado disparara desde una habitación de un hotel de Las Vegas, Nevada, matando a 58 personas e hiriendo a centenares de personas que asistían a un concierto al aire libre.
El incidente ocurrió además dos años después de que un supremacista blanco, Dylann Roof, entrara a una iglesia negra de Charleston, Carolina del Sur, y matara a tiros a nueve personas.