Una madre de tres niños que luchaba por dormir por la noche accidentalmente se suicidó con un “cóctel letal de pastillas” recetadas, informó un forense calificando el acto como un “juego de ruleta rusa química”.
La extrabajadora sanitaria Katrina Glynn, de 34 años, se tragó una mezcla de píldoras, incluyendo paracetomol y temazapam, después de padecer ansiedad e insomnio cuando su pareja estaba trabajando en las plataformas petrolíferas.
Según investigaciones, los exámenes luego de la muerte demostraron que el organismo de la mujer tenía analgésicos que incluían morfina más bloqueadores beta, antidiabéticos y tabletas antidepresivas.
En un pesquisidor forense, Tim Brennand advirtió sobre los peligros de tomar demasiados medicamentos recetados.