¿Desde que eras niño/a uno de tus más grandes sueños era casarte y formar una familia? O a lo mejor jamás ha pasado por tu mente dar ese paso tan “intrascendente” para ti. Cada uno tiene el derecho de decidir y elegir qué es lo mejor para su vida, o qué es lo que quiere. Y hablando del matrimonio, no todas las personas eligen unirse a otra para “toda la vida”. ¿Pero qué influye en esta decisión? ¿Qué influye en tomar la decisión de separarse o divorciarse?
Bueno, los expertos aseguran que los niños que han vivido el divorcio de sus padres, tienen más probabilidades de divorciarse cuando se convierten en adultos, y esto sucede porque los niños tienden a imitar el comportamiento de sus padres; de hecho podría además, estar relacionado con la genética.
Jessica Salvatore, profesora de la Universidad de Virginia Commonwealth, asegura que la ciencia ha demostrado que podemos heredar tanto los rasgos personales de nuestros padres biológicos, como la inestabilidad emocional.
¿Será entonces que si vivimos en un hogar estable, viendo el ejemplo del matrimonio feliz de nuestros padres nos influye para querernos casar?