El cuadro “La esperada” que el artista austriaco Ferdinand Georg Waldmuller pintó en 1860 muestra a una joven que va por un camino sin notar que un hombre la espera más adelante con una rosa.
Los personajes del lienzo no se distinguen de otros que aparecen en pinturas de aquella época, pero hay un pequeño detalle: cualquier observador moderno pensaría que la mujer lleva un iPhone en sus manos.
Peter Russell, se dio cuenta durante su visita al museo de Múnich, en Baviera, Alemania, donde se encuentra este cuadro.
“Lo que más me choca es cuánto un cambio tecnológico ha cambiado la interpretación de una pintura y, de algún modo, ha influido en todo su contexto”, comentó Russell.
A pesar de la impresión inicial, la protagonista de esa obra no camina distraída con un teléfono móvil, sino que se dirige a la iglesia con su pequeño libro de oraciones, explicó el consejero delegado de una agencia de arte austriaca, Gerald Weinpolter.