Una madre joven y con cansancio extemo pensó erróneamente que había traído a sus tres hijos desde su automóvil después de una ajetreada mañana en un caluroso día de verano, pero se horrorizó al darse cuenta de que había dejado a su bebé en el auto.
Emma Lane pensó que su hijo Hugh de nueve meses estaba descansando en su cuna.
Aproximadamente dos horas más tarde, cuando era el momento de llevar a su hija al ballet, ella fue a despertar a Hugh, pero él no estaba allí.
La madre corrió gritando pidiendo ayuda por el camino de entrada, solo para encontrar a su bebé todavía en el auto severamente afectado por el calor, quien murió cuatro días después en el hospital.