Las fuerzas iraquíes han “limpiado” la mitad del desierto, donde han expulsado a los yihadistas, pero deben prepararse a una dura batalla en Wadi Horan, donde hay aún bastiones del grupo Estado Islámico (EI), afirmó el lunes un alto oficial.
“Nuestras unidades han limpiado 50% de la superficie total del desierto de unos 29.000 km2. La primera fase ha terminado y ahora nuestras unidades van a proceder a la limpieza del resto de las zonas desérticas” declaró el lunes a la AFP el general Yehya Rasul, portavoz del Mando conjunto de operaciones (JOC).
Batalla final en el desierto para erradicar al Estado Islámico de Irak.
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Entre las zonas que queda por “limpiar” figura el Wadi Horan, un valle “profundo” que “se une con territorio sirio”, agregó.
“La misión es destruir todos los escondites en el desierto y los valles para garantizar la seguridad en la frontera oeste de Irak con Siria” explicó el general Rasul. Según el militar, ello permitirá a los guardias fronterizos iraquíes controlar la frontera.
Wasi Horam, el más largo valle de Irak, está en gran parte en manos del EI desde 2014.
Con información de la agencia: AFP
Irak se apresta a expulsar a 300 mujeres y niños extranjeros miembros de Estado Islámico.
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