El Fondo Monetario Internacional (FMI) alertó de nuevo el jueves sobre los riesgos financieros de China, señalando los peligros de empresas dependientes del crédito y de la proliferación de productos de inversión complejos y opacos mal regulados.
Mientras que la deuda total de la segunda economía mundial se dispara, Pekín tomó unas “medidas bienvenidas” para controlar el sector financiero, pero los riesgos persistentes amenazan la estabilidad financiera del país, advierte el FMI en un informe.
La primera fuente de preocupación es el aumento continuado del crédito a favor de una política monetaria muy acomodaticia, que permite mantener a flote a “empresas zombis” que hace tiempo que dejaron de tener beneficios y que sobreviven endeudándose.
“Las presiones para mantener en vida a empresas no viables, en lugar de dejar que quiebren, son fuertes, sobre todo a nivel de las autoridades locales”, donde la preocupación por mantener el empleo y la actividad prevalece en ocasiones sobre la estabilidad financiera, señala el informe.
Este apoyo al PIB se paga con un incremento de la deuda de las empresas.
Asimismo, la garantía “implícita” que reivindican los grupos estatales, esto es, la idea de que el Estado no los dejará zozobrar, actuando como garante de su deuda, atiza los riesgos.
El problema afecta especialmente a los sectores siderúrgico y del carbón, dominados por conglomerados públicos con plantillas masivas.
el FMI arroja luz sobre los #ciberriesgos y cómo organizaciones internacionales pueden desempeñar un papel clave. https://t.co/4b3qxmrvij pic.twitter.com/5aiKWRiaRE
— FMI (@FMInoticias) October 26, 2017
El FMI recomienda “al Gobierno que no se centre tanto en el PIB” para reducir la presión sobre las autoridades locales y que se concentre en la “calidad del crecimiento”, insistió en una conferencia en línea Ratna Sahay, directora adjunta de la oficina de mercados monetarios y de capitales del FMI.
Además, recomendó “abolir gradualmente” las “garantías implícitas” de las empresas públicas, reforzando los recursos de los bancos para enfrentar eventuales perturbaciones y sensibilizando a los inversores.
La organización de Washington también apunto contra el auge de productos financieros “cada vez más complejos” que prometen fuertes rendimientos: sociedades financieras como fondos de gestión de activos o aseguradoras “crecen más rápidamente que el sector bancario, gracias a la proliferación de productos de inversión”.
Sin embargo, la permanente innovación y la emergencia rápida de nuevos productos de gestión de activos complica la regulación.
Igualmente, “los préstamos riesgosos han migrado de los bancos [tradicionales] hacia sectores mucho menos regulados del sistema financiero”, la famosa “finanza en la sombra” que Pekín trata de atajar, precisamente.
Fuente: AFP