La madre de un bebé de cinco meses nacido con tanto pelo que su familia lo apodó “Mini Wolverine” dice que está acostumbrada a que su nuevo hijo llame la atención.
Cuando Rachel y Gareth Carter, de Lydiate, Merseyside, fueron por primera vez a su escaneo de 20 semanas, el personal médico le dijo a la pareja que podían esperar una niña, porque los mechones que fluían de Bobby eran notorios desde su estadìa en el vientre materno.
Pero Rachel, que no descubrió el sexo de su hijo durante el embarazo, se sorprendió al descubrir que las enfermeras no habían tenido razón, y que al dio a luz a un niño.
A Bobby se le lava el pelo y se lo seca a diario para domar su bulliciosa melena y apenas ha perdido poco cabello desde su nacimiento.