“San Nicolas era hijo de una familia acomodada. Su padre deseaba que siguiera sus pasos comerciales en el Mar Adriático, mientras su madre pretendía que fuera sacerdote como su tío, el obispo de Mira (Turquía).
Se cuentan cientos de historias, especialmente narrando sus milagros y sus bondades para con la gente pobre. Tal fue la admiración que sintieron por él que se convirtió en santo patrón de Grecia, Turquía, Rusia y la Lorena(Reino de Aragón).
También fue nombrado Patrono de los marineros, porque, cuenta otra historia, que estando algunos de ellos en medio de una terrible tempestad en alta mar y viéndose perdidos comenzaron a rezar y a pedir a Dios y al Santo que les salvara. En ese momento la figura de Santo se hizo presente y calmó las aguas.
Su fama de repartidor de obsequios se basa en otra historia. Se cuenta que un empobrecido hombre padre de tres hijas, no podía casarlas por no tener la dote necesaria. Al carecer las muchachas de la dote parecían condenadas a ser “solteronas”. Enterado de esto, nuestro personaje les entregó una bolsa llena de monedas de oro a cada una de ellas.
Eso si, todo esto fue hecho en secreto por el sacerdote ya que no quería que nadie supiera de su buena acción. Para ello entró por una ventana y puso la bolsa de oro dentro de los calcetines de lana que las niñas habían colgado sobre la chimenea para secarlos”.