El Ministerio de Cultura y Juventud de Costa Rica informó hoy que el juego indígena “Los Diablitos” ha sido declarado Patrimonio Cultural Inmaterial en el país, porque preserva las costumbres y tradiciones.
Las comunidades indígenas de Boruca y Rey Curré, ubicadas en la zona sur del país, son los pueblos que acostumbran realizar esta expresión cultural del 30 de diciembre al 2 de enero, la cual representa el drama histórico de la conquista.
La lucha de los borucas, personificados por los cabrû (diablitos) contra los españoles, simbolizados en la figura del toro, enfatizan la resistencia del indígena ante la colonización.
“Nuestra comunidad tiene muchos años de conservar este legado que nos dejaron nuestros abuelos, por lo que nos toca a nosotros los jóvenes traspasarlo a las nuevas generaciones. Esta declaratoria viene a reforzar el trabajo que estamos haciendo”, expresó en un comunicado el miembro de la comunidad Boruca, Melvin González.
El indígena añadió que esta práctica cultural experimenta un cambio debido a que muchos de los miembros que realizaban la danza ya fallecieron, por lo cual esta iniciativa les permite “proteger nuestra cultura, tradición, comidas, danzas y resguardar nuestras prácticas inmateriales y espirituales”.
La Comisión Nacional de Patrimonio Cultural Inmaterial (Conapaci) recibió de la comunidad indígena de Boruca la solicitud de declaratoria del juego de “Los Diablitos”, como patrimonio la cual fue acogida y consiguió su visto bueno.
“Nos complace que esta hermosa manifestación ancestral de las comunidades de Boruca y Rey Curré siga siendo reconocida. Ha sido nuestra voluntad como Gobierno que el Patrimonio Cultural Inmaterial, que es sello de nuestra identidad, ocupe un lugar especial en la agenda política”, afirmó en el comunicado el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís.
En el juego de “Los Diablitos” participa un amplio número de actores, entre ellos la comisión de diablos, el diablo mayor, diablos menores, arreadores, músicos, el toro, toreros, matadores, colaboradores, perros y diablas.
Según explica la declaratoria, a esta festividad se ligan conocimientos ancestrales y otras destacadas expresiones culturales como son la artesanía para la elaboración de máscaras, atuendos de los diablitos, la música con sus instrumentos y cantos; la danza y el teatro, las comidas y las bebidas tradicionales y otros elementos propios de la tradición oral. EFE