El primer ejecutivo de Birkenstock, el famoso fabricante alemán de sandalias, acusó al gigante estadounidense de la distribución, Amazon, de ser “cómplice” de los vendedores de productos falsificados tolerados en su tienda en línea.
“La verdad es que Amazon saca provecho de las falsificaciones. También cobra una comisión de los vendedores de copias ilegales”, denunció Oliver Reichert en una entrevista para el semanario alemán Der Spiegel publicado este viernes. “Para nosotros Amazon es cómplice”, añadió.
Según Reichert, este es el motivo por el que la empresa familiar decidió dejar de vender sus productos en Amazon Europa a partir de enero.
Amazon negó las acusaciones de la empresa alemana y aseguró que prohíbe la venta de productos falsificados.
“Retiramos todos los objetos que vulneran nuestra política de venta en cuanto nos damos cuenta de su presencia y tomamos las medidas adecuadas para el vendedor”, explicó Amazon en un comunicado.
La compañía estadounidense animó, además, a las empresas que tengan sospechas sobre una posible falsificación de sus productos a ponerse en contacto con ella para que tome las medidas necesarias al respecto.
En enero de 2017, Birkenstock ya había puesto fin a su relación comercial con Amazon USA, tras haberse quejado varias veces de las falsificaciones.
La compañía, creada hace casi 250 años, es mundialmente famosa por la comodidad de su calzado, muy apreciado por los amantes de la moda.
Instalada en el estado de Renania-Palatinado, en el oeste de Alemania, emplea a unos 3.800 trabajadores y se presenta como “el mayor creador de empleos de la industria alemana de zapatos”.
AFP.