A un bebé recién nacido casi le amputaron dos de sus pequeños dedos del pie después de que el cabello de su madre los ataron.
Jacob Fricke, de diez semanas de edad, de Michigan, fue llevado de urgencia al hospital después de que sus padres descubrieran que un par de dedos de sus pies se habían puesto azules.
Heather, la madre del menor, envió una advertencia a otros en Facebook después de la terrible experiencia.
Ella dijo que después de alimentar y cambiar al niño, su esposo notó que algo andaba mal en el pie de Jacob.