Un grupo de jóvenes construyó una pequeña isla para burlar la prohibición de consumir bebidas alcohólicas en lugares públicos de Nueva Zelanda.
Los bebedores construyeron su isla en el estuario (canal invadido por el mar) de Tairua, cuando había marea baja, para argumentar que se encontraban en “aguas internacionales”.
Incluso celebraron la llegada del Año Nuevo en dicho sitio, para evadir a las autoridades.
La multa por tomar alcohol en lugares públicos en Coromandel, es de 180 dólares.
Con información de Televisa