De acuerdo con información del portal Sexología, las cosquillas pueden convertirse en un elemento clave en los juegos eróticos al estimular las zonas responsables del placer.
Los lugares ideales para generar estas cosquillas de placer son las axilas, costillas, palmas de las manos, rostro, rodillas, vientre y los pies. La clave para utilizarla como juego o preámbulo es realizarlo con suavidad.
“El cosquilleo genera una liberación de aminas en el cerebro que producen una sensación de goce, excitación y orgasmo”. En tanto, a nivel emocional se experimenta un bienestar y se estrechan vínculos con la pareja.
No obstante, cuando la persona sólo puede excitarse de esa forma implica ya una parafilia denominada “knismolagnia” la cual debe tratarse con un médico especializado, a fin de lograr una sexualidad plena.