Una pareja de “catadores de lixo”, como en Brasil se conoce a los recolectores de materiales reciclables, protagonizó la última historia de amor en el mayor basurero de Latinoamérica, que este sábado cerrará para siempre sus puertas.
Vestida de blanco, como manda la tradición, Valdineide dos Santos Ferreira, de 62 años, llegó hasta un altar improvisado en el “Lixão da Estrutural”, un cementerio de basura situado en Brasilia, la capital del país y que diariamente recibe 1.800 toneladas de residuos.
Su lugar de trabajo, el segundo mayor basurero del mundo, se convirtió hoy en el escenario de su boda, un terreno árido de 200 hectáreas en la que conviven diariamente los funcionarios, los “catadores de lixo” y las aves carroñeras.
A pesar de ser un escenario hostil, Dos Santos Ferreira pasó parte de su vida en el “Lixão da Estrutural” y fue allí donde conoció a su actual marido, Deoclides Nascimento Brito, de 38 años. Por eso, no dudó en decir “sí, quiero” entre los deshechos y mostrar al mundo su felicidad.
“Espero que todo el mundo sea feliz como yo lo estoy siendo”, deseó Dos Santos minutos después de contraer matrimonio.
En el enorme basurero, situado a unos 30 kilómetros del centro de poder de Brasil, trabajan unos 3.000 “catadores de lixo” que se ganan la vida rebuscando entre la cochambre.
En todo el país suramericano hay entre 800.000 y un millón de ‘catadores de lixo’, de los cuales cerca del 65 % son mujeres, según datos del Movimiento Nacional de los Recolectores de Materiales Reciclables (MNCR, en sus siglas en portugués).
Fuente: EFE