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La vida de Mayra Rosales era sumamente difícil. Ganó fama, pero no fue precisamente por algo brillante, fue por ser una de las personas más obesas del mundo pesando cerca de 500 kilogramos, más de 1,100 libras.
Su vida estuvo también marcada por la tragedia cuando en el año 2008 se le señaló por haberle causado un traumatismo craneal a su pequeño sobrino cuando lo golpeó con uno de sus enormes brazos causándole la muerte. Ella se declaró culpable, sin embargo, las investigaciones revelaron que en realidad había sido su hermana quien causó la muerte del niño al golpearlo con un peine. Ella se echó la culpa porque ya estaba harta de toda la depresión que sufría.
“Me estaba muriendo; en las fotos antes de perder peso, se veía en mi cara que me había rendido”, recordó.
Dicho camino no fue nada fácil ya que como ella comentó tenían que bañarla a “cubetazos”.
Tuvo que someterse a 11 operaciones para lograr la reducción de grasa; entre ellas, le aplicaron eliminación de exceso de piel y el “balón intragástrico”.
El proceso fue lento pero cada pequeño cambio le motivaba a continuar. Al principio solo pudo comenzar teniendo una dieta más saludable y posteriormente cuando le fue posible empezó a hacer ejercicio.
Tiempo después encontró el amor. Y ahora luce así: