Cuando aplicamos nuestro perfume favorito y lo hacemos casi a diario, lo menos que queremos es encontrar la sorpresa de que pronto terminará y aunque sabemos que algún día sucederá, lo cuidamos y tratamos de ahorrar. Para poder lograr esto debemos seguir estos sencillos pasos:
Humectar la piel: El mejor momento para aplicar el perfume, es justo después de bañarse, cuando el vapor ha abierto los poros, seguido de aplicarse crema humectante.
Aplicar en la ropa: Una clave para ahorrar perfume, es aplicarlo en la ropa, pues a través de los diferentes tipos de tela se logra que ésta se encargue de impregnar el aroma.
Una fragancia aceitosa será siempre la mejor opción para que dure mucho más tiempo, incluso hasta antes de dormir.
El lugar donde se guarde es muy importante, por eso mismo, se recomienda siempre que sea en un lugar fresco y sin humedad.