En Arabia Saudita se lleva a cabo un concurso donde se pone a prueba la belleza de los camellos, y el vencedor obtiene un jugoso premio.
Sin embargo, la obsesión por ganar, llevó al menos a doce dueños de camellosa inyectar a sus animales con botox, para así lucir perfectos para los jueces.
Fawzan al-Madi, uno de los jueces, explicó que este concurso se lleva a cabo regularmente ya que el camello es el símbolo del país arábigo y que antes los preservaban por necesidad, pero ahora lo hacen como un pasatiempo.
La bolsa del concurso equivale a nada más y nada menos que cerca de mil millones de pesos, cantidad que prueba los altísimos precios en los que estos animales se pueden llegar a cotizar en dicho país.