El Leganés disfruta de las mieles del éxito tras clasificarse por primera vez en su historia para las semifinales de la Copa del Rey eliminando al Real Madrid. Y hay un jugador que, por sus circunstancias, vive el momento con mayor satisfacción si cabe.
Nereo Champagne (Salto, 1985) se ha convertido en uno de los grandes protagonistas de la gesta blanquiazul gracias a sus actuaciones bajo los palos, defendiendo con dignidad y solvencia el siempre complicado papel que asume el portero no habituado a jugar cada fin de semana.
Esas circunstancias obligan a estar alerta y a aprovechar al máximo las oportunidades cuando llegan, justo lo que ha hecho el arquero desde que aterrizara en el club en el albor del año 2017 procedente del Olimpo de Bahía Blanca de su país natal.
Buscaba por entonces con urgencia la secretaría técnica gente en su puesto tras la grave lesión de Jon Ander Serantes y las dudas en torno al italiano Alberto Brignoli. El primero en llegar desde el Athletic fue Iago Herrerín pero necesitaba competencia. Y se confió en Champagne, que pasados los treinta años iba a disfrutar por fin de su primera experiencia en Europa.
Hasta ese momento su carrera había estado vinculada al balompié argentino desde que completara el proceso formativo en San Lorenzo de Almagro y diera allí los primeros pasos como futbolista profesional.
En esos inicios vivió además algo reservado solo a unos pocos, coronarse como campeón del mundo sub-20. Fue en Holanda compitiendo por la titularidad con Óscar Ustari, quien le ganó la partida. Junto a ellos una generación con nombres como Lionel Messi, Sergio ‘Kun’ Agüero, Lucas Biglia, Fernando Gago o Pablo Zabaleta.
El entorchado no le sirvió para que el suyo fuese de ahí en adelante un plácido camino. Acostumbrado al segundo plano, realizó un ejercicio de paciencia hasta poder demostrar lo que era capaz de hacer sobre el verde.
https://youtu.be/IBjQKkH3d20
De hecho llegó a ser cedido a Ferro Carril Oeste, donde dispuso de los minutos que se le habían negado en Boedo. Volvió para ser más protagonista pero finalmente decidió marcharse al Olimpo de Bahía Blanca, exhibiendo en su nuevo destino una jerarquía que encandiló a los aficionados.
Fue el escalón previo a su desembarco en España como cedido. Lo llevó a cabo con una actitud ejemplar que le ayudó a ganarse desde el principio el respeto de todo el vestuario y le facilitó regresar a préstamo el pasado verano.
Dejando al margen la competencia con el resto de guardametas, decidió expresarse mediante el trabajo diario y ayudar en todo lo posible a quienes peleaban por el mismo lugar que él pese a no gozar de la titularidad.
Eso explica por ejemplo que tras la campanada en el Santiago Bernabéu, su excompañero Iago Herrerín saliera públicamente en la red social Twitter a felicitarle: “Sobre todo me alegro por este ídolo, don Nereo Champagne. ¡Trabajador y cumplidor como el que más!”.
Sin embargo no solo de carisma vive Champagne ya que cuando le ha tocado salir a escena ha sido decisivo. Aún se recuerda cómo el pasado curso firmó un gran partido en San Mamés ante el Athletic la jornada en la que los suyos se jugaban certificar la permanencia en Primera.
También la solidez mostrada este curso en el encuentro de vuelta de octavos de final ante el Villarreal, donde le adjudicaron el papel de salvador. El último en sufrirle fue el Real Madrid. Contra los blancos realizó dos magníficas intervenciones, una a tiro de Benzema y otra más volando para despejar un buen cabezazo de Sergio Ramos.
Serio pero educado, humilde y amante del rock duro. Así es uno de los héroes coperos del Leganés. En sus manos puede estar el sueño impensable de un club para el que ya no hay límites. El pase a la final, el título… con Champagne todo es posible. EFE.
https://youtu.be/cf2sua9w3II