La información que es recolectada con las pulseras y relojes inteligentes, de la mano de las aplicaciones que mantienen bitácoras de ejercicio se han convertido en un peligro para los militares estadounidenses destacados en todo el mundo
Como parte de su entrenamiento militar y para mantener la condición física, es común que los soldados salgan a hacer recorridos de rutina, sin embargo muchos tienen dispositivos que llevan registros detallados de su actividad física utilizando la tecnología GPS y esto se está convirtiendo en un verdadero dolor de cabeza.
Los recorridos de los militares pueden ser visualizados con nitidez, incluyendo los de militares destacados en zonas de conflicto, revelando así la ubicación exacta de sus bases sin importar si son conocidas o secretas. Esto se debe a los “beneficiosos” avances tecnológicos que permiten que el usuario de dichos dispositivos sepa qué días y horas hizo un recorrido específico.
El dispositivo FitBit es uno de los más populares y cuenta con unos 27 millones de usuarios en Europa y Estados Unidos, por lo que al ver un mapa de la zona, era de esperarse ver cientos de puntos amarillos representando a los usuarios de la pulsera deportiva. La sorpresa llegó al hacer zoom a zonas de conflicto en el Medio Oriente y en África, dónde sorprendió ver pequeñas luces que encendieron las alarmas de seguridad. Es posible deducir el lugar, hora, trayectos y duración de las sesiones de ejercicio de los destacados en el área que portaban un dispositivo en el momento.
Por su parte el Ejercito Estadounidense a anunciado una revisión exhaustiva de las reglas para el uso de este tipo de dispositivos para las tropas para evitar que los enemigos de los Estados Unidos puedan decifrar su ubicación.
Somebody forgot to turn off their Fitbit. Markers trace known military outposts, supply and patrol routes. pic.twitter.com/7YTzoqKgDl
— Tobias Schneider (@tobiaschneider) January 27, 2018