Milan y Lazio empataron sin goles este miércoles en el partido de ida de las semifinales de la Copa de Italia y se jugarán el pase a la final el próximo 28 de febrero en Roma.
Ambos equipos comenzaron el partido conscientes de que la eliminatoria duraba 180 minutos y con el temor de que un mal partido de ida les dejase sin posibilidades de éxito de cara a la vuelta.
Así, en medio de un gran sopor, transcurrió un primer tiempo sin juego ni ocasiones, salvo un par de disparos lejanos de la Lazio que apenas inquietaron a Gianluigi Donnarumma (Ciro Inmobile en el 37 y del serbio Sergej Milinkovic-Savic en el 44).
El arquero griego de la Lazio Thomas Strakosha, que fue un espectador más en la primera parte, no tuvo que actuar hasta que el español Suso le probó con el primer disparo entre palos para los milanistas en el partido (47).
Suso volvió a probarlo minutos más tarde, esta vez desde fuera del área, pero se topó de nuevo con el portero romano (61).
Más peligroso fue el remate de Inmobile segundos después, con un cabezazo que salvó bajo la línea Donnarumma (62).
– Fallo a puerta vacía –
En el último cuarto de hora, los dos equipos pudieron haberse puesto por delante en la eliminatoria: el joven Patrick Cutrone volvió a toparse con Strakosha y el rechace lo mandó fuera el turco Hakan Çalhanoglu cuando tenía todo a favor (75).
“Es parte del juego, pero lo importante es estar ahí, en el lugar correcto y al final del partido estaba en un estado terrible, parecía el fin del mundo para él”, declaró el técnico milanista Genaro Gattuso sobre el clamoroso error del turco.
La Lazio respondió con un remate de Milinkovic-Savic que detuvo Donnarumma (80).
Tras estas acciones, ambos equipos debieron pensar que lo que no habían ganado en 80 minutos no debían perderlo en 10 y se conformaron con un empate que deja la eliminatoria en el aire y el finalista se decidirá en la vuelta, en el Olímpico romano, dentro de un mes (28 de febrero).
En la otra semifinal, la Juventus dio el martes un paso de gigante hacia una nueva final y a un cuarto título de Coppa consecutivo con una victoria por 1-0 en Bérgamo ante el Atalanta con un gol del argentino Gonzalo Higuaín.
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