El Barcelona, un equipo poco dado a fichar a mitad de temporada, ha batido este invierno todos los récords al invertir 131,8 millones de euros -más variables- en el centrocampista brasileño Philipe Coutinho (Liverpool) y el defensa colombiano Yerry Mina (Palmeiras) .
Hasta hora, el club catalán se había reforzado solo en el ecuador de una campaña para completar la plantilla en caso de sufrir bajas prolongadas o si se presentaba alguna oportunidad de mercado.
Esta vez, en cambio, ha decidido tirar la casa por la ventana (120 millones más otros 40 en variables) para traerse a Coutinho, el crack por el que ya suspiraba el pasado verano. Y ha adelantado la incorporación (por 11,8 millones) de una central de proyección como Mina, al que ya seguía hace tiempo.
La última vez que el Barcelona acudió al mercado de invierno fue la temporada 2010-2011, cuando pagó 3 millones de euros al PSV Eindhoven por Ibrahim Afellay, para reforzar una plantilla que entonces solo contaba con 20 jugadores del primer equipo.
El Barça de Guardiola acabó conquistando la Liga y la Champions y también llegó a la final de la Copa del Rey, donde cayó en la prórroga contra el eterno rival. Sin embargo, la temporada siguiente, Afellay sufriría una grave lesión de rodilla que supuso el principio del fin de su etapa en el club catalán.