El compromiso oficial y la boda previstos para este año de la princesa Mako, nieta del emperador de Japón, con un plebeyo, han sido postergados hasta 2020 a causa de “falta de preparación”, informaron este martes los medios de información nipones.
Mako, de 26 años, había anunciado en septiembre pasado su compromiso con Kei Komuro, un joven de también 26 años, al que había conocido en la universidad y actualmente trabaja en un gabinete de abogados.
Una ceremonia tradicional estaba prevista para el 4 de marzo para oficializar su compromiso, y la boda estaba programada para el 4 de noviembre.
En una declaración a la agencia de la Casa Imperial, citada por la agencia Kyodo, la princesa Mako “reconoció la falta de tiempo para hacer los preparativos necesarios” en vistas del casamiento.
También dijo que desea postergar el matrimonio para 2020, tras “una serie de ceremonias importantes para la familia imperial”, pareciendo que hacía alusión a la abdicación del emperador Akihito, en abril de 2019.
Según la agencia de prensa Jiji, uno de los responsables de la agencia de la Casa imperial aseguró que la pareja prevé aún casarse, y desmintió que la postergación estuviera vinculada a la publicación de un artículo de prensa que mencionaba que la madre del novio tenía problemas económicos.
Interrogada por la AFP, la agencia de la Casa Imperial no quiso comentar estas informaciones.
La boda entre Mako y Kei Komuro excluirá a la princesa de la familia imperial, en virtud de una controvertida ley que no se aplica a los hombres.
El propio emperador Akihito y sus dos hijos se casaron con plebeyas, que integran la familia imperial.
AFP.