Más de 1.200 agentes de seguridad encargados de vigilar los Juegos Olímpicos de Pyeongchang tuvieron que renunciar a su puesto tras verse afectados por una epidemia, anunciaron los organizadores de la cita que comenzará oficialmente el viernes en la ciudad surcoreana.
Cuarenta y uno de esos empleados fueron trasladados a un hospital donde se les diagnosticó un norovirus, después de que sufrieran diarreas y náuseas el domingo.
El norovirus, que origina la mayoría de las gastroenteritis (inflamación de las mucosas del estómago y del intestino), es muy contagioso y puede transmitirse por la comida o el agua.
“Esas 1.200 personas tuvieron que abandonar su puesto” y fueron sustituidos por 900 militares, comentó a la AFP un oficial del comité local de organización (POCOG).
Las autoridades sanitarias investigan el origen del virus.
El personal afectado, todos empleados de una empresa privada, se alojaba en un centro para jóvenes de Pyeongchang, separado de la villa olímpica.
Fuente: AFP