Yo para mi boda quiero algo sencillo…
Brian y Maria, una joven pareja de Nueva Jersey, tuvo que decidir si contraía matrimonio ese mismo día o retrasaba la boda hasta otra fecha debido a las dificultades para respirar que empezó a notar la madre de Brian.
¿Suegra celosa? ¡No, era real!
El imprevisto, que les enfadó por tener que tramitar otra licencia de matrimonio que tardaría más de un mes en recibir, pudo solucionarse gracias a la ocurrencia del sheriff Leonard Maxfield, que les propuso casarse en el baño de los juzgados. ¿Lo harías por amor?
Tras llamar a los equipos de emergencias para que viniesen a atender a su madre, los novios aceptaron y la sala se trasladó a los aseos, donde la madre podía estar como testigo. Y finalmente el juez los declaró marido y mujer… ¡Aaa por cierto! También declaró ¡Suegra feliz!