La estadounidense Chloe Kim, de 17 años, sobrepasó los pronósticos que la señalaban como favorita con una espectacular exhibición en el ‘halfpipe’ de Phoenix Park, donde este martes se proclamó campeona olímpica, en una prueba en la que la española Queralt Castellet, que apuntaba al podio, fue séptima y se tuvo que conformar con un diploma.
Kim, cuádruple ganadora del ‘superpipe’ de los X Games, que ya hubiese apuntado al podio en los Juegos de Sochi (Rusia), donde no la permitieron competir, al tener de aquella sólo trece años; logró este martes su victoria más bonita. En el día adecuado y en el sitio justo: Corea del Sur. La tierra de sus abuelos. Donde aún tiene familiares.
La niña prodigio de Long Beach, que comenzó a practicar el snowboard en Mountain High -asimismo en California- ya mostró sus cartas en la primera de las tres rondas de una prueba que se decide con la mejor valoración de toda la jornada.
Kim se colocó claramente en cabeza tras la primera ronda, en la que sus trucos fueron valorados por los jueces con 93.75 puntos, a los que la que más se acercaba -con 85.50- fue la china Jiayu Liu, que acabaría celebrando la medalla de plata como un triunfo. Dada la absoluta imposibilidad de que alguien mejorase este martes la soberbia actuación de la estadounidense.