Los ochenta están marcados por el consumo excesivo de televisión. ¿Recuerda que la tele medía más de medio metro de profundidad? ¿Se acuerda cuándo sólo podíamos ver dos canales? Cuándo no existía la alta definición o retransmitir un partido de tenis en 3D era impensable… Muy retro todo.
Pero a pesar de las carencias tecnológicas de la época podemos asegurar que se hizo buena televisión. Tengo buenos recuerdos de esas series de televisión, como Macgyver, agente secreto, con su navaja suiza y su mochila llena de elementos tan simples como un clip o un chicle hacia una bomba o cualquier artilugio para detener a los malos, ¡cómo me gustaba ¡
No cabe duda que su inteligencia era su mejor arma.
También recuerdo el Equipo A o los Magnificos, un grupo de amigos excombatientes de Vietnam, acusados de un delito que no cometieron y ayudaban a gente con problemas ¡ como disfrutaba con ellos ¡
Otra series que me gustaban mucho era por ejemplo El Auto Fantástico, Remington Steel , Dallas ¿recuerdan al malísimo de JR?
Otra serie de esta década y que no podemos olvidar es Dinastía, Corrupción en Miami con los detectives Sonny Crockett y Rico con chaqueta y buenos carros de carreras.
Como no impresionarnos cuando vimos el primer centro comercial con escaleras eléctricas en Guatemala, que claro, después del centro comercial de la zona 4 el segundo centro comercial con escaleras eléctricas en nuestro país fue el Mol, centro comercial ubicado entre Montufar y Liberación.
Todavía tengo fresco el momento en que me llevaron por primera vez al primer multirestaurantes o food court allá en la Plaza Vivar. Imposible de olvidar mi primer viaje al espacio en un rocket, que eran los cohetes que una famosa bebida de cola ponía en los parqueos de los comerciales de moda en aquella época, uno de ellos era el centro comercial Monserrat.
Los emocionantes ochenta. Fue la época que para la mayoría significo obtener nuestro primer empleo. Como olvidarla porque teníamos ideales y sueños.
En los ochenta cuando las chicas se peleaban se escribían cartas a mano o se regalaban esos miniposters que hablaban sobre la AMISTAD. La típica imagen del niñito pidiendo perdón o los ositos cariñositos.
En los ochenta los fines de semana nos juntábamos en la casa de algún amigo para tocar la guitarra y cantar desafinando “una que sepamos todos” , o escuchar música en el tocadisco o en esos minicomponentes que habíamos comprado en Kismet.
Andábamos con el walkman por la calle , despreocupados, donde sonaba mucho rock nacional, aunque nos gustaban también los de afuera: desde Madonna y Michael Jackson que eran los nuevos reyes el pop , hasta Phill Collins, Supertramp, pasando por Silvio Rodríguez Pablo Milanés … y por nada del mundo nos el concierto por la paz cuando vino Opus allá en el Estadio Mateo Flores.
Todo era exagerado en esa época: las chicas se vestían con enormes hombreras y éran capaces de levantarse bien temprano para darle y darle a la secadora con tal que les quedara bien paradito el flequillo, tipo las flans.
Y precisamente de esa época vamos a recordar a un grupo juvenil que nos inspiró. Primero por su imagen inocente, segundo porque la mayoría nos identificábamos con sus aventuras, tanto en la música como en las telenovelas.
Escuchemos a Timbiriche..