La historia se empezó a escribir con su construcción en 1948, con motivo de los VI Juegos Centroamericanos y del Caribe celebrados en Guatemala dos año más tarde. Hoy, el mítico Estadio Nacional Doroteo Guamuche Flores cumple 68 años.
Testigo de innumerables hazañas de atletas que han enaltecido a nuestro país, el coloso bautizado en sus orígenes como Estadio Nacional Olímpico de la Revolución, continúa cobijando los mejores episodios del deporte nacional.
Sus puertas se abrieron el 23 de febrero de 1950, durante la apertura de las justas regionales en las que el maratonista Doroteo Guamuche Flores fue el abanderado de la delegación integrada por 360 atletas.
Luego de que Guamuche Flores triunfó en el Maratón de Boston en 1952, el gobierno de Arévalo Bermejo cambió el nombre del estadio, en reconocimiento a sus logros a nivel nacional e internacional.
Con una capacidad para 50 mil espectadores en sus inicios, el coloso de la zona 5 es el más grande de Guatemala y el séptimo en Centroamérica; hoy en día tiene su aforo es de de 27,792.
Durante el 2017, el Congreso de la República presentó una iniciativa de ley de urgencia nacional, con motivo de renombrar al recinto como “Estadio Nacional Doroteo Guamuche Flores”, en el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas.
El decreto número 42-2016 que oficializa el nombre del estadio fue publicado el viernes 26 de agosto de 2017, en el Diario Oficial.
El recinto deportivo ha tendido cambios significativos; entre los más recientes están la incorporación de cámaras de vigilancia, la renovación de los servicios sanitarios y un gimnasio al aire libre.