Un niño quedó encerrado luego de hacer una travesura en un elevador.
El pequeño pensó que era una buena idea orinar la caja de control de un ascensor, pero todo perdió el chiste cuando este se quedo atorado.
El líquido hizo que la caja de control marcara error entre el séptimo y octavo piso y entró en pánico al ver que la puerta no abría.