¡Ay, el amor! No cabe duda que enamorarse es una sensación maravillosa, de hecho nuestro cuerpo siente ciertas cosas cuando estamos así. No se trata solamente de las emociones si no de ciertos cambios y sensaciones físicas; como por ejemplo las famosas mariposas en el estómago.
¿Pero por qué sentimos esto cuando vemos o pensamos en “esa” persona”? Bueno, en realidad no sentimos solamente eso, también las palmas de nuestras manos se ponen sudorosas, nuestro corazón se acelera o podemos dejar incluso de sentir hambre. Pero aquí viene lo curioso, después de tantos años de creer que las mariposas en el estómago eran símbolo de enamoramiento, los expertos aseguran que no, que más bienes de deseo sexual.
Cuando estamos enamorados, se activan los centros de placer que se alojan en los ganglios basales, y provocan una respuesta fisiológica inmediata de nuestro cuerpo. Por lo tanto, el corazón late más fuerte, las manos nos sudan y sentimos “esas mariposas en el estómago”. Este “estrés” es provocado por la persona que “amamos””, pero no es estrés del malo, sino a contrario.
Además, el cerebro emocional activa el nervio vago, que es el que va desde el cerebro hacia el intestino. Al ver a la otra persona, ese nervio se estimula y se activan los músculos del intestino, dando la sensación de tener mariposas en el estómago.
¿Qué o quién te ha hecho sentir eso?
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