Redacción. Edwin Palacios
El próximo martes el Procurador de los Derechos Humanos, Jordán Rodas, tendrá que acudir al Congreso, a donde fue citado por algunos diputados señalados de apoyar el llamado “pacto de corruptos”, con el cual se pretendió en algún momento fomentar la impunidad y la corrupción.
El magistrado de conciencia fue citado porque, a decir de los congresistas, debe explicar su supuesta participación en la manifestación llamada “De la poderosa vulva”, protagonizada por un grupo de mujeres el pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.
Hasta la saciedad, Rodas ha aclarado que nunca llegó a la Plaza de la Constitución para apoyar la mencionada manifestación, sino que estuvo allí para solidarizarse con familiares de las niñas que murieron en el incendio del Hogar Seguro Virgen de la Asunción. Por aquello de las interpretaciones, Rodas ya se disculpó con las autoridades de la Conferencia Episcopal.
Sin embargo, los diputados insisten en que apoyaba a las féminas y que con ello ofendió a los feligreses católicos, pues la pancarta principal de la marcha era una vulva que se asemejaba a una imagen de la virgen, por lo que ahora utilizan esa indignación religiosa para citarlo.
Por supuesto que hubo reacciones y diputados como Sandra Morán y Nineth Montenegro, entre otros, aseguran que la verdadera intención de los diputados es destituir a Rodas porque no les pasa el malestar, luego que este, con un amparo, impidiera la expulsión de Iván Velásquez, jefe de la Comisión Internacional contra la impunidad.
Conclusión, si en efecto los diputados quieren destituir a Rodas, porque les causa escozor por las acciones que ejecuta, tendrán que buscar el apoyo de 105 diputados, pero también que afrontar el malestar de los que apoyan al magistrado de conciencia y quienes ya anunciaron manifestaciones.