Cuando estamos frente a una persona que lastima nuestros sentimientos, nos hiere donde más nos duele, nos da rabia y sentimos tristeza y dolor. ¿Por qué estará actuando así? Nos comenzamos a preguntar una y otra vez.
Lo más probable es que frente a una situación como la anterior, comencemos a “echarle la culpa” a la persona que nos está hiriendo. Porque hemos elegido asimilar lo que nos dijo y reaccionar frente a eso.
Siempre en la vida tenemos la opción de elegir. En este caso, estamos eligiendo hacer caso a un comentario, en vez de ignorarlo y pasarlo por alto. Podemos optar por el dolor y la tristeza que nos produce, o por el contrario, podemos ignorar su actitud para mantener nuestra entereza, para sentirnos bien y en paz.
Desde este punto de vista, en cosa de segundo tenemos la libertad de elegir lo que queremos para nuestra vida frente a distintas situaciones: optar por el dolor o el bienestar; por la ira o el agradecimiento.
La parábola budista que nos enseña que ignorar es necesario para ser felices.
Esto, lo explica muy bien la siguiente parábola budista. Acá te dejamos el lindo relato:
«Según cuentan, en una ocasión un hombre se acercó a Buda y, sin decir palabra, le escupió a la cara. Sus discípulos se enfurecieron.
Ananda, el discípulo más cercano, le pidió a Buda:
—¡Dame permiso para darle su merecido a este hombre!
Buda se limpió la cara con serenidad y le respondió a Ananda:
—No. Yo hablaré con él.
Y uniendo las palmas de sus manos en señal de reverencia, le dijo al hombre:
—Gracias. Con tu gesto me has permitido comprobar que la ira me ha abandonado. Te estoy tremendamente agradecido. Tu gesto también ha demostrado que a Ananda y a los otros discípulos todavía pueden invadirle la ira. ¡Muchas gracias! ¡Te estamos muy agradecidos!
Obviamente, el hombre no daba crédito a lo que escuchaba, se sintió conmocionado y apenado.»
Ignorar al otro no tiene porqué tener una connotación negativa, como usualmente se piensa. Simplemente, estamos optando por tener una oportunidad para enfocarnos en nosotros y que es decisión nuestra dejar que nos afecte o no.
Agradezcamos cada cosa que nos pasa. Siempre serán una oportunidad de ser mejores personas, de mirarnos a nosotras mismas y darnos cuenta de qué nos está pasando. A lo mejor, lo que nos dijeron es una puerta a vernos y descubrirnos en aspectos que no imaginamos.
Fuente: http://www.mujerypunto.com/la-parabola-budista-nos-ensena-ignorar-necesario-felices/