El asesino Nikolas Cruz está recibiendo cartas de admiradores y cartas de amor, en la cárcel del condado de Broward, Florida, junto con cientos de dólares en contribuciones.
Jóvenes mujeres y hasta hombres mayores le escriben al tirador de la escuela Parkland y envían fotografías, algunas sugerentes, metidas dentro de tarjetas de felicitación y adjuntas al cuaderno con ofertas de amistad y aliento.
El South Florida Sun Sentinel obtuvo copias de algunas de las cartas que muestran que Cruz, que tenía pocos amigos en el mundo exterior, ahora recibe una lluvia de atención.
Admiración
“¡Me reservo el derecho de preocuparme por ti, Nikolas!” escribió una mujer de Texas en una carta dirigida al buzón de Correos en Fort Lauderdale.
La carta se envió por correo seis días después de que Cruz asesinara a 17 estudiantes y y hiriera a otras 17 personas, con un rifle AR-15 en Marjory Stoneman Douglas High School el 14 de febrero pasado.
Otra mujer de Chicago le habría enviado hasta nueve fotos, incluyendo algunas con poca ropa.
Desde Nueva York, Nikolas Cruz recibió una tarjeta de un hombre, que incluía fotos del remitente al volante de su automóvil.
Otro joven de 18 años, también de Nueva York, le escribió que “aguante y mantenga la cabeza en alto”.
A la correspondencia se suma la reacción en redes sociales, donde se están creando grupos y comunidades en línea con el fin de ayudar a Cruz.
No verá la correspondencia
Cruz aún no ha visto la correspondencia porque se encuentra bajo vigilancia de las autoridades.
Sólo le han leído mensajes de algunos religiosos que le enviaron sus deseos de “acercarse a Dios”, y precisa que no le han leído ni le leerán las cartas de los admiradores.
El defensor legal de Cruz y las autoridades carcelarias se han mostrado asombrados y también muy preocupados de que personas de todos el país estén idolatrando al joven autor de la masacre de Parkland y “admirando su fama y notoriedad”.
Nikolas Cruz fue acusado a comienzos de marzo por un jurado de Fort Lauderdale, de manera formal, de 17 cargos de asesinato en primer grado, uno por cada víctima mortal de ataque.
Con información de Sun Sentinel