Esta impactante imagen muestra las espantosas cicatrices que dejó una joven madre que fue rociada con gasolina y prendió fuego en un brutal ataque no provocado por su vecino.
A Kirsten Ashby, de Milton Keynes, se ha quedado sin las puntas de los dedos, sin orejas,con las capas de su piel en el rostro derretidas y con un hombro quemado tras el incidente.
Las heridas de la joven de 27 años fueron tan severas que su cara ahora es irreconocible después de las quemaduras de tercer grado que sufrió a manos de Raymond Bowen, que había bebido una botella de whisky Jack Daniels y había hinalado cocaína antes del ataque.
Ella fue atacada después de haber ayudado a la novia de un vecino que sufría un golpiza por parte del abusador.
Sin embargo, en lugar de estar agradecido por la ayuda, Bowen arrojó gasolina sobre ella mientras fumaba un cigarrillo y luego encendió el líquido inflamable con un encendedor.
Ahora Bowen, padre de cinco hijos, ha sido condenado a 19 años de cárcel por el intento de asesinato de la víctima, que ha estado en el hospital desde el ataque hace casi seis meses.