La solidaridad y caridad imperan en el improvisado albergue que un pequeño empresario peruano ha instalado para dar un primer techo a los venezolanos recién llegados a Lima, desde donde intentan comenzar una nueva vida a la que se vieron abocados por la crudeza de la crisis que atraviesa Venezuela.
Al inicio apenas había una decena de huéspedes, pero ahora ya superan el centenar y no paran de llegar, muestra de la masiva migración de venezolanos, que ya supera los 200 mil en el caso de Perú, según las últimas cifras oficiales.