En un momento de su vida, Arya Permana era tan grande que apenas podía moverse de la cama.
Pero el niño de 12 años de Java Occidental, que el año pasado fue apodado como “el niño más gordo del mundo” por el Museo de Registros Mundiales de Indonesia, ahora ha sido destronado después de que perdió 182 libras. En su punto máximo, Permana pesaba más de 420 libras.
Permana fue sometido a un procedimiento gástrico en abril de 2017 y ahora tiene un médico y un dietista que monitorean su progreso y lo mantienen en una dieta estricta.
“Me impiden consumir alimentos dulces y bebidas, especialmente refrescos”, dijo Permana a la Australian Broadcasting Company. “Me piden que coma más frutas y hago ejercicio regularmente”.
Dijo que su peso ha disminuido drásticamente desde la cirugía, diciendo que le hizo el estómago más pequeño y le hizo sentir menos hambre. “Ahora incluso seis cucharadas (de comida) ya me llena”.
Permana ahora puede salir y jugar deportes con sus amigos, algo que nunca hubiera creído posible hace un año.
El niño pesó casi 7 libras cuando nació, un tamaño promedio para un recién nacido, y se mantuvo en un tamaño promedio hasta la edad de dos años, cuando su peso se disparó.
A medida que crecía, rápidamente se volvió más obeso, con sus padres preocupados de que podía comer cinco comidas grandes al día, lo suficiente para alimentar a dos adultos durante todo el día.
En una entrevista, los padres de Permana, Rokayah y Ade Somantri, dijeron que estaban encantados de poder finalmente llevar una vida normal.
Rokayah dijo: “Estamos muy felices de verlo llevando una vida saludable. Él es muy activo y está en buena salud. Su sueño es sólido y no hay más preocupaciones sobre problemas respiratorios. También puede caminar y jugar sin quejarse de falta de aliento”.
Pero les preocupaba que pudiera necesitar otra operación, y señaló que no podía comer más que unas pocas cucharadas de arroz sin vomitar.
Ahora luce así:
