El delantero Paolo Guerrero fue recibido este martes por cientos de personas a su llegada al aeropuerto internacional de Lima y criticó a la Federación Peruana de Fútbol (FPF) por mantener a la selección nacional en un hotel que, según denunció, no apoyó su defensa ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).
“Estoy triste, pero vine aquí a mostrar la cara, ya que se especulaban muchas cosas, de muchas personas. Esto es una injusticia, ya lo he dicho”, declaró el capitán de la selección peruana, quien este lunes fue castigado por el TAS durante 14 meses, con lo que se perderá el Mundial de Rusia 2018.
El delantero del Flamengo brasileño agradeció “el cariño de la gente”, que se ha volcado en su apoyo, pero reiteró que “infelizmente” le “están quitando jugar la Copa del Mundo” y su carrera en el fútbol internacional.
“Primero, quería dejar en claro que estoy a muerte con mi selección. A mis compañeros yo los respaldo en las buenas y las malas, no tiene nada que ver mi situación con el resto de mis compañeros en el Mundial”, enfatizó.
El TAS publicó este lunes una resolución en la que impuso a Guerrero una sanción de 14 meses por dopaje, lo que deja al delantero sin posibilidad de llegar a la Copa del Mundo, para la que Perú se clasificó después de 36 años.
El castigo responde a que en un control antidopaje realizado a Guerrero tras el partido jugado por Perú contra Argentina en La Bombonera de Buenos Aires el 5 de octubre de 2017 se detectó benzoilecgonina, principal metabolito de la coca y sus derivados.
Inicialmente, la FIFA sancionó al jugador con un año de suspensión, pero después el comité de apelaciones del organismo internacional rebajó a seis meses la sanción, al considerar que el futbolista no consumió cocaína, sino que la sustancia provenía de una infusión que contenía restos de mate de hojas de coca.
Guerrero, que acaba de cumplir los seis meses de suspensión, recurrió al TAS para obtener su total absolución, a la vez que la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) también presentó recurso al mismo para pedir una sanción mayor de entre uno y dos años.
El TAS anunció el lunes que aceptó parcialmente la reclamación de la AMA y aumentó la sanción al jugador hasta 14 meses, con lo que Guerrero terminará de cumplir su castigo el 13 de enero de 2019.
El tribunal argumentó que el jugador incumplió la normativa antidopaje y pese a “no pretender mejorar su rendimiento con la ingesta de una sustancia prohibida, actuó de manera negligente” por no haber evitado la comisión de una infracción de dopaje.
Al respecto, Guerrero dijo este martes que estudia las acciones que va a tomar junto a sus abogados y también consideró que “deja mucha que desear la actitud” de la FPF en su caso.
Criticó, en ese sentido, que los seleccionados peruanos “todavía continúan concentrando ahí, en el hotel” que, según dijo, “fue un factor importante” que lo perjudicó.
El delantero señaló que, hace unos meses, cuando volvió a Lima “a buscar las evidencias” para defender su caso ante el TAS el Swissotel de Lima le “dio la espalda”.
“No me apoyó en ningún momento”, enfatizó antes de señalar que él sabía quién era el mozo que le había dado el mate presuntamente contaminado y, sin embargo, los representantes del hotel negaron su colaboración.
Agregó que, incluso, “ayudaron” a la AMA, porque “enviaron una carta” que contradijo su defensa, por lo que anunció que iniciará acciones legales “contra eso también”.
“Están pasando muchas cosas raras, quiero encontrar todas las evidencias”, acotó antes de decir que no sabía que el sindicato internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPro) ha pedido una reunión urgente con la FIFA tras considerar “desproporcionado e injusto” el castigo que le ha impuesto el TAS. EFE