El productor cinematográfico Harvey Weinstein, acusado por decenas de mujeres de agresiones sexuales, se presentó en la mañana de este viernes en una estación de policía de Nueva York, antes de una probable inculpación, constató la AFP.
En medio de un remolino de docenas de fotógrafos y cámaras de televisión, el magnate de 66 años caído en desgracia se entregó a las autoridades casi ocho meses después de que su carrera se viera arrastrada al precipicio por las acusaciones que desataron el movimiento global de #MeToo.
– #MeToo –
Gracias a revelaciones del diario The New York Times y la revista New Yorker -cuyas investigaciones fueron recompensadas con el premio Pulitzer- se descubrió que Weinstein utilizó su poder para obligar a jóvenes actrices, o a aspirantes a serlo, para realizar sus fantasías sexuales, algunas veces haciéndose ayudar por sus empleados y comprando el silencio de sus víctimas con acuerdos de confidencialidad.
El caso provocó el surgimiento del poderoso movimiento #MeToo, que ha hundido a cientos de hombres de poder en muchas áreas, empezando por el cine y la televisión, pero también en el mundo de la moda, la música, la alta gastronomía y los medios.
El estudio cofundado por Harvey Weinstein y su hermano Bob, demandado ante la justicia por tolerar y, a veces, facilitar el comportamiento predatorio del productor, fue declarado en quiebra.
Desde marzo ha ido en aumento la presión sobre el fiscal de Manhattan, Cyrus Vance, acusado de retroceder frente a una difícil batalla judicial. Se le ha criticado no haber investigado a Weinstein desde 2015, cuando la modelo italiana Ambra Battilana Gutierrez acudió a la policía con una grabación que incriminaba al productor.